jueves, 27 de octubre de 2016

25 años con el ecologismo social en Burgos

En octubre de 1991 se presentó en Burgos Aedenat (Asociación Ecologista por la Defensa de la Naturaleza) que años después se integraría en Ecologistas en Acción de Burgos. Esta disculpa nos sirve para celebrar juntas una fiesta de aniversario, que queremos se convierta en un espacio de reencuentro para todas las personas que han ido colaborando con nuestra organización a lo largo de sus 25 años de vida.
Aunque hayamos elegido la constitución de Aedenat como fecha a conmemorar, queremos aprovechar la oportunidad para recordar a otras asociaciones ecologistas o conservacionistas que tras la dictadura franquista se fueron creando en Burgos y que son referentes para el ecologismo actual.
En este repaso encontramos a la asociación GEDEB (Grupo de Estudios para la Defensa de los Ecosistemas Burgaleses) que desarrolló su actividad desde finales de los 70 y durante los años 80. Este grupo llevaba a cabo actividades de divulgación y educación ambiental, centradas principalmente en la protección de las especies, como fueron las campañas por la erradicación de los venenos o la realización de censos. Nos gustaría destacar su iniciativa en la protección del lobo ibérico, tanto en los medios de comunicación como acudiendo a batidas de jabalíes en las que se mataban lobos. No nos cabe duda de que debieron ser encuentros cargados de enorme tensión y queremos reconocer su valentía.

La Asociación Félix Rodríguez de la Fuente se creo en 1982. Personas que hoy forman parte de Ecologistas en Acción, y en su momento lo fueron de Aedenat, comenzaron su activismo ecologista en esta asociación burgalesa. Fue una organización conservacionista, dirigida a la protección de la naturaleza y su conocimiento. También tuvo un importante componente de denuncia de las agresiones a especies y espacios. Actuaron frente a las infracciones a la ley de caza, como el uso de cebos envenenados o la caza de especies protegidas; colocaron nidos artificiales para cigüeñas; denunciaron canteras ilegales; y en general, trabajaron por la conservación de los espacios naturales de nuestro entorno. A partir de 1993 algunas personas pertenecientes a la Asociación Félix Rodríguez de la Fuente se incorporan a Aedenat, trayendo consigo su bagaje y la visión conservacionista de especies y espacios naturales, incorporándola a la actividad diaria de la nueva organización ecologista.

Durante los años 80 también desarrolló su actividad el Colectivo Ecologista, vinculado al Ateneo Popular y que tuvo como eje central la lucha antinuclear, uno de los temas claves para el ecologismo burgalés. Debido a la central de Santa María de Garoña este tema ha seguido siendo, para nuestra desgracia, uno de los más recurrentes en la agenda ecologista de la provincia. Y, hoy, a pesar de que lleva años parada, sigue generando preocupación por su posible reapertura.

En los años 90 se crea GAMBU (Grupo de Acción Medioambiental de Burgos) que realizó actividades de educación y divulgación ambiental, destacando la organización de jornadas de temática ecologista dirigidas al publico general. Con la constitución de la confederación de Ecologistas en Acción, junto con Aedenat, se integró en ella y constituyeron la actual organización ecologista.

A finales de los años 80 y principios de los 90, estuvo activo el Colectivo Bellota dedicado principalmente a las repoblaciones. La plantación de árboles también fue una de las actividades del Taller de Ecología de la JOC-E, que las llevó a cabo en Mozuelos de Sedano, con la campaña “Yo planto 600 árboles”. Además, la organización juvenil realizó actividades de educación ambiental sobre movilidad sostenible, reciclaje y energías limpias; y se sumo a campañas locales como fue la de “Salvemos la Quinta”.

1991, Aedenat se constituye en Burgos

En 1991 se presenta en Burgos Aedenat (Asociación Ecologista por la Defensa de la Naturaleza) impulsada por el movimiento que ya se había iniciado años antes en otros lugares del Estado español. La nueva organización ecologista incorporaba planteamientos más sociales a su discurso y también la intención de establecer lazos de colaboración más estrechos con otros movimientos populares.
Además, Aedenat apostó por consolidar el discurso del ecologismo ante la opinión publica y aumentar su eficacia en las demandas comunes, mediante la coordinación de los grupos locales que existían en los diferentes territorios.

También tuvo grupo activo en Miranda de Ebro, donde la lucha contra Garoña, la contaminación del rio Ebro a su paso por la ciudad y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes fueron los principales temas de trabajo. Cuando se produjo la integración en la confederación de Ecologistas en Acción el grupo burgalés pasó a tener ámbito provincial, por lo que ahora tan solo existe un grupo. A pesar de que sigue habiendo socios y socias activas en Miranda de Ebro y en otros lugares de la provincia, tan solo en la capital se siguen manteniendo las asambleas semanales. Esto no significa que no se incorporen temas provinciales a la actividad diaria del grupo, ni que no exista coordinación con las personas que no residen en la ciudad. Pero, uno de los deseos de Ecologistas en Acción para nuestros próximos 25 años es, sin duda, la reactivación y creación de grupos locales en otros puntos de la provincia, que puedan realizar un trabajo más continuo y local en la expansión del discurso del ecologismo social.

Aedenat es el germen de Ecologistas en Acción en Burgos, por ello, celebramos los 25 años de vida que suman ambas organizaciones. Como ya se ha mencionado, la lucha antinuclear y contra la central de Garoña, fue –y sigue siendo- uno de los principales focos de nuestra actividad; no solo como organización, sino también en coordinación con otros grupos de Aedenat (La Rioja y País Vasco), colectivos sociales y vecinales y algunos partidos políticos; destacando especialmente la Coordinadora Contra Garoña.

Las repoblaciones siguieron siendo una de las actividades con mayor participación, no solo en las plantaciones y salidas al campo, sino también en todo el proceso necesario para organizarlas. Se llevaron a cabo decenas en la provincia, a iniciativa del grupo o de ayuntamientos de pueblos. Una de las actividades más significativas fue la campaña “Una bellota para cada escolar”, que consistió en el reparto de sobres con bellotas, con la explicación del proceso para que pudiera ser germinada y convertirse en árbol. Se llevo a cabo en colegios donde se impartían charlas y finalmente se organizaban plantaciones de esas bellotas, ya convertidas en pequeños robles.

Mas plantar y menos talar, fue el lema de otra campaña destacada en lo que a la protección del medio natural se refiere. Durante estos años, una serie de ayuntamientos impulsaron la venta de la madera de los bosques de sus municipios. Árboles de gran valor y espacios que debían conservarse estuvieron en gran peligro por el negocio que se generó a su alrededor. Por esta razón se acudía a la subastas publicas o a los espacios amenazados para evitar las talas, lo que en muchas ocasiones se consiguió, ayudando a conservar nuestro patrimonio natural.

En la ciudad también se comenzaron a desarrollar iniciativas, implicándose en las cuestiones que afectan a la salud de sus habitantes, pero también en la construcción de alternativas para una ciudad más sostenible. A la vez se comenzó a desarrollar una labor de denuncia legal, como ocurrió por ejemplo con los vertidos al Arlanzón.

En diciembre de 1998 tiene lugar el Congreso Constituyente de Ecologistas en Acción que dio lugar a la confederación de organizaciones ecologistas, a la que pertenece Ecologistas en Acción de Burgos junto con otros 300 grupos repartidos en pueblos y ciudades del Estado español. Se basa en el ecologismo social, es decir, en la idea de que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar para poder hacer frente a la crisis ambiental y social en la que estamos inmersas.
La actividad de Ecologistas en Acción es amplia y son muchos los temas que se han ido trabajando durante estos años. La sostenibilidad en la ciudad y la denuncia de las políticas municipales que incesablemente se aprueban sin tener en cuenta el medioambiente y el futuro, son uno de nuestros temas prioritarios.

No solo queda mucho por hacer para cambiar de rumbo, sino que la apuesta del gobierno municipal va en sentido contrario. Así, se aprueban planes de ordenación urbana en los que lo que se regula es el derecho a construir y no se prioriza la vida de quienes viven en la ciudad. La movilidad urbana sostenible o la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no están en la agenda municipal, como tampoco lo esta la protección frente a la contaminación atmosférica o por contaminantes químicos.

La tala del Montecillo de Villafría o la de los robles centenarios de la Casa del Pescador para que Arranz Acinas construyera apartamentos, siguen doliendo al ecologismo burgalés aunque hayan pasado años. Hoy en día, seguimos denunciando la mala gestión que se hace del arbolado urbano, mediante talas injustificadas y podas abusivas. El abandono de las masas forestales de la ciudad, como ocurre en el parque del Castillo, augura un futuro poco deseable, como ocurrió con la nefasta gestión de Fuentes Blancas o la que derivó en una intervención millonaria en La Isla, mas interesada en el mobiliario urbano que en la conservación y repoblación adecuada de las especies. La paralización de las obras en La Camposa y del auditorio en La Quinta son, sin embargo, triunfos de una lucha compartida con otras personas y colectivos de la ciudad.

Ecologismo para el futuro

Durante estos 25 años son muchas las personas que han colaborado con nuestra organización a título individual o como colectivo. Sin ellas, no podríamos relatar muchos de los triunfos mencionados, ni los que se nos quedan en el tintero o están por venir. El ecologismo no es, ni puede ser, un compartimento estanco de activismo social, otras miradas nos enriquecen y hacen más fuertes. Por eso, la fiesta no es solo para las y los socios de Ecologistas en Acción, si no que queremos aprovechar para recordar y agradecer a quienes nos han acompañado en estas luchas comunes.

Hemos pretendido hacer un recorrido por el ecologismo burgalés en estas décadas y no queremos terminarlo sin hacer mención a otras que siguen estando activas. Las asambleas contra la fractura hidráulica de la provincia han jugado un papel esencial en la lucha contra el fracking, que últimamente nos está dando alegrías con el abandono de la empresa BNK. También queremos nombrar a la huerta ocupada en Capiscol, como ejemplo, no solo de iniciativa de huerto urbano, sino especialmente por la apuesta por la recuperación de los espacios públicos. La creación del grupo Somos Manada en defensa del lobo ibérico y la defensa animalista son espacios que nos resultan imprescindibles para cambiar la relación de los seres humanos con el planeta. Y nos da fuerzas el saber que otros movimientos de lucha social incorporan el discurso ecologista a sus propuestas para cambiar el mundo.

Celebrar es sinónimo de esperanza y esa es la razón por la que queremos seguir adelante, otros 25 años o los que sean necesarios. Sin embargo, somos conscientes de que queda mucho por hacer y que la situación del planeta es critica. Nos queda muy poco tiempo para poder hacer frente a los peores efectos del cambio climático, el agotamiento de recursos o la destrucción del planeta. La gran mayoría de las personas que habitan la Tierra lo hacen en condiciones de pobreza y nuestro modelo de producción y consumo acrecienta las desigualdades. Por eso, seguimos apostando por un cambio, urgente y necesario, que ponga a las personas, a la vida, el planeta y el futuro en el centro. Porque hoy más que nunca, es necesaria la justicia social y ambiental.